La posidonia del Mediterráneo se está recuperando
El Mare Nostrum es uno de los ecosistemas más contaminados y sobreexplotados del planeta. Algunas especies, como la posidonia, son indispensables para la preservación del ecosistema marino.
Equipos de submarinistas voluntarios llevan años realizando inmersiones en distintos puntos de las islas Baleares, especialmente en los fondos marinos de Ibiza, Formentera y Menorca. Su misión es muy concreta: llevan a cabo un seguimiento pormenorizado del estado de conservación de una planta acuática que resulta indispensable para los ecosistemas del Mediterráneo.
La posidonia (Posidonia oceanica) es una planta endémica del Mare Nostrum que forma grandes praderas en los fondos arenosos cercanos a la costa. Le debemos mucho, pues, entre otras funciones, sirve de hogar para una gran variedad de organismos, contribuye a la depuración de las aguas, genera grandes cantidades de oxígeno, actúa como sumidero de carbono y previene la erosión del litoral, con lo que es un claro indicador de la salud del ecosistema marino. Por eso es imprescindible conservarla a toda costa.
El problema es que el tiempo apremia, pues, según un estudio publicado hace unos años por investigadores del Institut Mediterrani dÉstudis Avançats, la extensión de posidonia se ha reducido hasta un 38% desde 1960. En algunos puntos de Baleares han desaparecido hasta el 40% de las praderas submarinas, principalmente como consecuencia del destrozo provocado por las anclas de embarcaciones recreativas.
Sin embargo, hay motivos para el optimismo, a tenor de los resultados del informe que la Red de Monitorización de la Posidonia, presentó recientemente. Cada año realizan un estudio en el que participan unas diez entidades colaboradoras, 20 centros de inmersión y hasta 100 buceadores recreativos voluntarios. En análisis de los datos obtenidos entre los años 2002 y 2021 en 71 puntos situados en distintas zonas del archipiélago apuntan que, en líneas generales, el estado de las praderas ha mejorado. En la mayoría de los casos han crecido, y solo disminuyen de forma puntual en aproximadamente el 10% de los lugares.